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Mostrando entradas de abril, 2011

Noticias de un vuelo

Desde un sueño hasta la puerta de la casa atraviesan el pasillo. Abrazados como a un eje a mitad de camino miran el mapa, saben que el lugar al que pueden volver tiene una marca. Al salir, casi rompen la puerta con las alas.

Agua alta

Foto SP Con la lentitud con la que se camina por el agua alta para no salpicar a nadie, para no resbalar en un descuido, para que el tiempo pueda llevar otro ritmo, va de la ventana a la cama, de la casa al puente, de la puerta al río.  No quiere marcharse aunque desea volver, también quedarse. Por eso está en ningún sitio, como en el purgatorio de una religión a la que no pertenece, como en el paseo por un zaguán desconocido como si fuera su casa, como un explorador en una isla perdida que conoce el camino, pero no vuelve. Porque el lugar al que pertenece es del que se ausenta, pero también a donde regresa.

La antorcha

El ángel que quiere ser la nube en este crepúsculo desde San Miniato no es ángel, ni nube, ni crepúsculo desde San Miniato, es una pareja de ancianos, encorvados y enamorados, que se alejan indultándonos con una antorcha en cada mano.

Revuelo

Foto: SP Una paloma y una gaviota en el aire de Largo Torre Argentina hacen círculos a la misma velocidad para desaparecer de la vista con igual silueta y tamaño, como si fueran idénticas. Tal vez la paloma al ser urbana aspire de la gaviota su olor a mar inaccesible, un mar de metal precioso y gris, pero la gaviota, que también es romana y tiene su nido en el río, está mintiendo al contarle que el mar es su paraíso. Las dos se alimentan del aire, en esta tarde romana, pues se entiende por su revuelo que el hambre las hace hermanas.