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Mostrando entradas de octubre, 2010

Bordes deshilachados III

Vivir la vida de otros es una de las consecuencias de amar. * No me des de comer que me acostumbro.  *  No sé si la soledad es provocada por la ausencia, o propiciada como un vicio. *  Quise ser siempre así, como soy ahora. Y si no lo quise, me lo creo.

La calle de la espera

No tienen más que hacer que esperar. Esperar a que llegue el invierno. Y con los primeros rayos de frío sobre una ciudad desconocida dibujar un mapa de paseos y encuentros y esperar. Hasta encontrarse más tarde, sentados en las escaleras de una plaza. Se ven venir a lo lejos y bajo el pilar de un puente se protegen de la lluvia, y hasta luego. Pues saben que en algún lugar futuro al final de la calle de la espera siempre habrá un refugio para cuando llegue el invierno.

Si un día

Si un día termina como empieza circular como un plato de comida que desayunas por la mañana y por la noche terminas, ese día entenderás que todo es uno que nada se diferencia de otra cosa que lo singular no es sino el espejismo del miedo a ser igual que tu enemigo.