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Mostrando entradas de febrero, 2006

palabras

y siempre te quedan las palabras que te alimentan que sacian tu soledad que regulan los pensamientos que describen una evidencia y la escritura que camina por los paisajes de la psique discriminando planeando que captar que pensamientos agarrar para darles forma para encerrarlos en un trazo negro gráfico que corre desde el vacío hasta el papel dándote de comer

itinerario

distinguir lo repetido lo ya conocido para no calcarse para no perder el tiempo y volver sobre sus pasos para pararse ante el paisaje

el vacío

querías dejar de suplir los vacíos con los rituales de la huída y una noche justo antes de cenar nos lo dijiste a todos cómo llenar los espacios las ausencias de un vacío que no sabes como llenar nos miramos con inquietud y contemplamos al mismo tiempo el hueco desgastado del muro de enfrente y sorbimos la sopa desde el fondo del plato llenando nuestro vacío

segunda piel

identificar las huellas de lo sucedido y de lo comprendido y fundar personas y siempre sentir la segunda piel como la posibilidad adquirida de expresar el coste de lo acaecido y querer ser para estar y disfrutar sin parar y ser lo sentido y ser libre para ser norreal

la renuncia

no se puede tener todo en esta vida me decías al oído cuando cruzábamos juntas de la mano el gran charco y me recordabas esa idea que desde muy temprana edad tengo sobre lo que creo que merezco -renuncia- gritabas agarrándome fuertemente por los hombros renuncia como la flor a una de tus cualidades a uno de tus deseos el aroma de la libertad encuentra una representación y deja de oler para ser bella

el amor, el fuego y pinocho

en una casa con chimenea viví una historia de amor, con el fuego con el deseo con el juego de buscar leña para el fuego… incansablemente rastreaba en todos mis trayectos cualquier lugar para encontrar leña y esta yuca fue una tarde de crudo invierno un pinocho rebelde que necesitaba seguir viviendo es una fortuna incalculable volver a los espacios que creíste perdidos rincones, casas, jardines que algún día formaron parte de tu vida y que te traen a la mente historias que también creíste perdidas